El papel del entrenador en cualquier sesión de entrenamiento o competición es fundamental para el desarrollo adecuado de los deportistas. Para garantizar un ambiente productivo y efectivo, es crucial prestar atención a una serie de elementos clave que influyen en el rendimiento y en la experiencia de los participantes.

En el artículo de esta semana, exploraremos estos elementos y cómo pueden ser aplicados para mejorar la calidad del entrenamiento.

Comencemos con el concepto de “tiempo de compromiso motor útil“, propuesto por Lago en 2018. Este término se refiere al tiempo dedicado a trabajar las tareas de entrenamiento de manera efectiva.

En la fase de iniciación deportiva, donde el aprendizaje es fundamental, maximizar este tiempo es crucial. Para lograrlo, se deben seguir algunas indicaciones, como aumentar el tiempo dedicado a las tareas planificadas, presentarlas de manera clara y precisa, crear un ambiente positivo y organizar adecuadamente el trabajo en la sesión.

El control del tiempo de compromiso motor útil es esencial, ya que el número de sesiones de entrenamiento suele ser limitado, especialmente en la formación.

Por lo tanto, pensar estratégicamente en la planificación de las sesiones es clave para aprovechar al máximo el tiempo disponible.

Los otros elementos claves para maximizar el rendimiento y experiencia de los deportistas serán abordados con el rol y la actitud del entrenador durante el entrenamiento o la competición, agrupándolos en tres grupos: aspectos formales, aspectos actitudinales y aspectos informacionales.

Los aspectos formales incluyen la atención a las relaciones interpersonales, la atención a la vestimenta, la gestión del material y la gestión del tiempo. La interacción positiva con los participantes, el aspecto profesional del entrenador, la adecuada disponibilidad de material y el manejo eficiente del tiempo son fundamentales para el desarrollo de la sesión.

En cuanto a los aspectos actitudinales, se destacan cinco tipos de actitud que puede adoptar el entrenador: negativa, pasiva, reactiva, proactiva y delegativa. La actitud del entrenador puede influir significativamente en la experiencia y el rendimiento de los deportistas, por lo que es importante cultivar una actitud proactiva y positiva.

Por último, los aspectos informacionales se refieren a la comunicación verbal y no verbal del entrenador. La información no verbal, como gestos y expresiones faciales, puede afectar la percepción de los deportistas. La información decisional y la brevedad informativa son cruciales para permitir que los jugadores tomen decisiones autónomas y para garantizar un adecuado tiempo de práctica motriz.

Además, el entrenador también debe considerar una serie de técnicas específicas para obtener un mayor rendimiento en los deportistas, como la técnica del sándwich y la reiteración informativa, que pueden utilizarse para proporcionar retroalimentación efectiva durante el entrenamiento.

En resumen, el éxito de una sesión de entrenamiento o competición depende en gran medida de la habilidad del entrenador para gestionar diversos aspectos, desde la planificación y la comunicación hasta la actitud y la retroalimentación. Al prestar atención a estos elementos clave y aplicar las mejores prácticas, los entrenadores pueden crear un entorno propicio para el aprendizaje y el desarrollo de los deportistas, lo que contribuirá al éxito de la sesión de entrenamiento o competición.