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3 fundamentos clave que debe dominar un mediocentro creativo 

En MBP Coaches’ School creemos que cualquier mediocentro creativo debe dominar, al menos, tres fundamentos individuales clave para tener impacto y organizar el juego ofensivo de su equipo. 

Si eres un entrenador/a que apuesta por tener el balón y un juego ofensivo, necesitas un mediocentro creativo en tu equipo. Si nos fijamos en algunos de los mejores mediocentros del fútbol actual, veremos que muchos de ellos dominan tres fundamentos que consideramos clave en su juego y perfil. Te los describimos a continuación:  

 

1. Fundamento 1: situarse en intervalo (intra o interlineal) de juego 

Este fundamento se produce cuando uno de nuestros mediocentros sin balón está ubicado en una zona interior sin marcaje individual y dispuesto a recibir el balón con el objetivo de progresar en el juego.  

Para ello, el jugador debe ofrecer constantemente apoyos al poseedor del balón en los intervalos (dentro de una misma línea o entre dos líneas o, lo óptimo, ambos a la vez) para poder progresar en el juego, estando suficientemente lejos de todos los defensores que lo rodean para poder recibir el balón con el mayor espacio-tiempo posible.  

Es importante tener en cuenta que, para optimizar la aplicación de este fundamento, el jugador deberá orientarse para poder recibir la mayor cantidad de información posible, girando la cabeza para saber qué es lo que está pasando justo detrás suyo.  

mediocentro central midfielder

Imagen 1. Representación gráfica del fundamento de situarse en intervalo (intra o interlineal) de juego. Imagen de Rodri, en un partido con el Manchester City. Fuente: MBP Coaches’ School 

 

2. Fundamento 2: orientar el cuerpo para recibir el máximo de información y girar la cabeza para recoger información de otras zonas 

En este caso se trata de dos fundamentos parecidos que permiten al jugador buscar información relevante del entorno. Esta situación se presenta cuando el mediocentro, sin balón, está en posición de recibirlo, sobre todo si se encuentra ubicado en el carril central. 

Por un lado, debe dirigir el cuerpo en carrera lateral para poder recibir el mayor número de información posible. Su posicionamiento debe ser en diagonal en relación con la línea de delante y detrás, facilitando la orientación del cuerpo. 

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Imagen 2. Representación gráfica del fundamento de dirigir el cuerpo adecuadamente para recibir el máximo de información posible, y Bruno Fernandes, en un partido con Portugal. Fuente: MBP Coaches’ School 

 

En cuanto al fundamento de girar la cabeza para recoger más información de otras áreas, se presenta cuando el mediocentro se encuentra sin balón y ofrece un apoyo con intención de recibir el pase.  

Para ello, tendremos en cuenta tres situaciones diferentes: cuando el pase proviene de detrás, deberá mirar los rivales directos y los compañeros cercanos, ya que tendrá mucho espacio a su espalda. Cuando el pase es lateral, el jugador deberá mirar a los rivales directos y a los compañeros en amplitud. Y, por último, cuando los pases provienen de delante, el mediocentro deberá mirar a los rivales directos y a los compañeros en profundidad, para poder progresar como primera opción. 

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Imagen 3. Representación gráfica del fundamento de girar el cuello para recoger más información de las otras áreas, y Frankie De Jong, en un partido con Holanda. Fuente: MBP Coaches’ School 

 

3. Fundamento 3: incorporarse a la línea defensiva para ayudar a iniciar el juego 

Aunque no siempre aparecerá en todos los equipos que dispongan de ese perfil de jugador, este fundamento es claramente un aspecto que deberá ser dominado por cualquier centrocampista que le guste participar del juego ofensivo del equipo. 

Puede darse en dos situaciones: I) cuando la línea defensiva se encuentra en igualdad numérica contra los delanteros rivales (por ejemplo, dos centrales contra dos puntas), o II) cuando se dispone de defensores técnicamente limitados y con dificultades en el inicio del juego. 

En el primer caso, la aplicación del fundamento sirve para generar superioridad numérica cuando el equipo rival nos iguala en número para evitar nuestro inicio del juego. En cambio, el segundo caso será útil cuando queramos garantizar un inicio del juego de mayor calidad y seguridad, ayudando a los defensores o el portero. 

La ubicación del mediocentro a la línea defensiva podrá ser entre centrales, realizando la famosa “salida Lavolpiana”, o entre central y lateral, cayendo a un costado. Además, deberemos reaccionar automáticamente cuando el balón entre ya en la progresión del juego, saliendo nuevamente a nuestra posición inicial por delante de la línea defensiva (a no ser que se requiera de su presencia atrás para equilibrar el equipo). 

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Imagen 4. Representación gráfica del fundamento de incorporarse a la línea defensiva para ayudar a iniciar el juego, y Vitinha, mediocentro portugués, aplicando el fundamento. Fuente: MBP Coaches’ School 

 

Con todo ello, queda claro que no todos los equipos priorizarán disponer de mediocentros de creación, pero en caso de priorizar un juego asociativo a través de la tenencia del balón, la presencia de este perfil de jugadores será clave. Además, deberemos tener en cuenta una serie de comportamientos que deberán dominar o potenciar, y que permita al equipo llevar a cabo los principios de juego asociados.  

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