Desde MBP Coaches’ School que cualquier lateral ofensivo, por sus características de juego, debe dominar tres fundamentos individuales clave para tener un impacto positivo en su juego y el de su equipo.
Según el modelo de juego que quiera representar cada entrenador, requerirá un perfil de jugadores u otros. En el caso de los laterales, como vimos en el segundo blog del mes de abril, pueden ser ofensivos, defensivos o armadores, es decir, que pueden actuar también por el carril central y participar de la creación del juego del equipo.
Si nos fijamos en algunos de los mejores laterales del fútbol actual, veremos que muchos de ellos dominan tres fundamentos que consideramos clave en su juego y perfil. Los describimos a continuación:
Fundamento 1: ofrecer apoyos en el inicio del juego adecuando la amplitud y profundidad
Este fundamento aparece, sobre todo, durante el momento de inicio del juego dinámico o construcción, donde se necesitan apoyos constantemente para circular el balón de forma segura.
En este caso, el lateral debe manifestar amplitud en el inicio del juego de su equipo y también profundidad en la línea defensiva, buscando líneas de pase en diagonal que permitan progresar en el juego, situándose a la altura del jugador más retrasado de la línea media (normalmente el extremo rival).
Cuando el equipo tiene una circulación hacia un carril lateral y consiguen girar el juego, teniendo el central o el poseedor espacio para progresar, se recomienda que el lateral gane profundidad para poder superar con su posición a su defensor directo y ser clave en el inicio del juego del equipo.
A su vez, la profundidad del lateral variará según cómo presione el equipo contrario. Podrá ser mayor para limpiar la salida de los centrales o ganar la espalda del marcador, o menor para atraer rivales y generar espacios a sus espaldas o dar apoyos de continuidad para circular el balón.
Otro aspecto importante es que el lateral deberá regular bien su altura y posición, viendo qué jugador cercano le puede saltar a presionar, teniendo que bajar o no la profundidad en caso de que no pueda recibir en dicha posición.
Imagen 1. Representación gráfica del fundamento de ofrecer apoyos en el inicio del juego, adecuando la amplitud y la profundidad. Imagen de Alejandro Balde, en un partido con la selección española. Fuente: MBP Coaches’ School
Fundamento 2: incorporarse a la zona de finalización en cambios de orientación
Se produce durante el momento de progresión del juego o de ataque a tres cuartos, en un cambio de orientación del juego.
Para la correcta aplicación de este fundamento, es importante que el jugador tenga en cuenta dos situaciones:
- Recepción del extremo para jugar una situación de dos contra uno.
- El extremo se sitúa de segundo delantero centro y el lateral aprovecha la amplitud en el carril lateral.
Para ello, debemos incorporarnos al ataque en acciones de cambios de orientación con espacio suficiente para poder ayudar al extremo en la progresión hacia portería (2v1) o donde el extremo ha dejado libre la banda participando más en el carril central.
Habitualmente, el balón debe llegar del lado opuesto para disponer de más tiempo y espacio. En este caso, el movimiento del extremo condiciona mucho el espacio disponible que tendrá el lateral para poder aprovechar.
Imagen 2. Representación gráfica del fundamento de incorporarse a la zona de finalización en cambios de orientación, y Nuno Mendes, en un partido con el PSG. Fuente: MBP Coaches’ School
Fundamento 3: Incorporarse al ataque en la creación de espacio dentro del mismo carril de juego
Aunque por el nombre se parece mucho al fundamento anterior, este no aparece en la misma situación de juego. En este caso, se da cuando se genera un espacio dentro de nuestro carril creado por el movimiento del extremo, ya sea el movimiento del lateral por dentro o por fuera, en lugar de ser en el carril opuesto. Por tanto, lo aplicará el lateral cuando el balón esté en su mismo carril vertical.
Ese movimiento del extremo será muy importante, ya que servirá para atraer al lateral contrario hacia dentro o hacia abajo. Con ello, el lateral ofensivo deberá incorporarse al ataque en acciones donde el movimiento del extremo deja libre el carril lateral, incorporándose al ataque cuando en la formación del rombo de ataque, el extremo hace un apoyo que arrastra el lateral hacia abajo o hacia el centro.
Imagen 3. Representación gráfica del fundamento de incorporarse al ataque en la creación de espacio dentro del carril de juego, y Alexander-Arnold, lateral inglés, llegando a zona de finalización. Fuente: MBP Coaches’ School
Con todo, es evidente que los laterales ofensivos podrán aportar muchas cosas al equipo, tanto en ataque como en defensa, pero será clave que sepan identificar las situaciones en que deben incorporarse al ataque (en campo rival) y entender su ubicación en el momento de construcción del juego para ayudar al equipo a progresar colectivamente.
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