Hay que estar muy preparados para saber en dónde poner el foco para fichar a un jugador. Cuando llega el mes de Enero y se abre el mercado de fichajes de invierno, los clubes ya han evaluado lo que ha sido la primera vuelta de la competición, y por lo tanto se puede hacer una valoración de los puntos fuertes y de las necesidades que tiene el equipo.

Esta es una fecha de movimientos de jugadores. Los scouters llevan ya tiempo observando futbolistas de otros equipos, haciendo informes, cuadrando las cuentas y descolgando el teléfono. En este período suele haber más dificultad para fichar que antes de iniciar la competición, pero estas posibles incorporaciones serán muy relevantes por lo que queda en juego y porque ya no hay margen de error. Hay que acertar con el jugador o jugadores.

Teniendo en cuenta esto, es importantísimo tener unas muy buenas bases de conocimiento del juego, y una contundente metodología de análisis de jugadores. No podemos ir a observar un jugador si no sabemos qué mirar.

Entonces lo primero que tenemos que tener clarísimo para analizar un potencial fichaje es:

1. A qué juega nuestro equipo. Tener claro cuál es el modelo de juego de nuestro equipo, qué necesidades identifica el cuerpo técnico, y qué perfil debe tener el jugador en concordancia con esto. Es un error fijarse en un jugador que destaque sin preguntarnos antes si lo que da es realmente lo que necesitamos.

2. Los valores del equipo/club. Parece una tontería, pero es super importante que la conducta del jugador tanto dentro como fuera del campo, vaya en sintonía con las del equipo tanto a nivel personal como a nivel de forma de jugar. Una gran distancia entre el jugador y el equipo al que llega, puede dificultar muchísimo el proceso de adaptación.

3. Tener una correcta metodología de scouting. Algunos scouters o analistas, ponen mucha atención en aspectos puramente estadísticos, como el porcentaje de pases acertados, los balones robados, etc. Algunos otros, se guían de su instinto o percepción del jugador, en base a sus experiencias o formas de entender el fútbol.

Para MBP, estas dos vías comentadas son muy importantes y hay que valorarlas, pero creemos que no debemos basarnos únicamente en ellas. Preferimos enfocarnos en realizar un análisis cualitativo del jugador, es decir, valorar cuáles son sus comportamientos y conductas en cada una de las situaciones de juego que hay que resolver a nivel táctico, así como su dominio de los fundamentos del juego en relación a la demarcación que ocupa en el campo.

Para poner un ejemplo:

– Si analizamos a un medio-centro, no nos interesa sólo saber qué porcentaje de pases buenos realiza, sino su capacidad de identificar desequilibrios espaciales o numéricos en profundidad y dar pases con ventaja a los compañeros que se desmarcan en esas zonas cercanas a portería.

Por este motivo, creemos indispensable tener un gran conocimiento del juego para identificar con facilidad las situaciones que se dan en todas y cada una de las fases y momentos del juego, para finalmente valorar cómo se desarrollan los jugadores observados en ellas.