El entrenador de fútbol puede enseñar muchas cosas a sus jugadores, pero nunca tantas como las que podrá enseñar el entorno o contexto de juego mediante las situaciones que planteará constantemente a los jóvenes futbolistas.
Debido al gran potencial pedagógico que nos aporta el entorno, el entrenador deberá de ser un experto en identificar las dinámicas intrínsecas de las tareas de entrenamiento para ajustarlas al contenido y consigna de trabajo, con el objetivo de que aparezcan las conductas óptimas para generar aprendizaje.
Por lo tanto, el entrenador deberá ser un gran creador de contextos de juego, aportando a estos la mayor calidad posible con la que involucrar al jugador en su propio aprendizaje.
Entonces, ¿cómo puede intervenir el entrenador en la mejora de la calidad contextual de la tarea?
Uno de los dos aspectos que debemos manejar como entrenadores para asegurar la calidad contextual en cada una de las tareas de entrenamiento adaptándolas a la etapa ludológica y necesidades de los jugadores, son los elementos físicos que la conforman.
Los distintos elementos físicos que el entrenador deberá tener en cuenta para mejorar la calidad de la tarea, son:
- Tiempo
- Balón
- Compañeros y adversarios
- Porterías
El otro aspecto a tener en cuenta por el entrenador, es el proceso de normativización, el cual está compuesto por tres tipos de normativas que tienen la finalidad de canalizar la atención de los jugadores, y que estos puedan aprender el contenido y la consigna correspondientes.
Los 3 tipos de normativas principales que podemos modificar para favorecer la aparición del contenido principal, recaen sobre:
- Los roles de los jugadores
- Los espacios de juego
- La puntuación
Por lo tanto, transfiriendo toda esta información generalizada al entrenamiento específico del fútbol, nos gustaría resaltar la gran importancia que tiene la gestión de la calidad contextual en el diseño de las distintas estrategias didácticas en una sesión. Esto es debido a que los jugadores, tendrán que practicar e interaccionar directamente con ese entorno generado por el entrenador, con el fin de incorporar nuevos conceptos a sus habilidades. Entonces, queda claro que el contexto de las tareas de entrenamiento resulta ser el elemento básico para promover que el niño/a progrese en sus aprendizajes y desarrollo futbolístico.
