Luis de la Fuente ha iniciado su periplo como seleccionador nacional con un sabor agridulce. El nuevo técnico logró una victoria en su primer partido frente a Noruega, y una derrota contra Escocia en su segundo duelo del clasificatorio para la próxima Eurocopa 2024.
El técnico ha intentado introducir su sello como entrenador en este nuevo periodo de “La Roja”. A pesar de los resultados, se han podido observar una serie de variaciones con respecto la anterior etapa de Luis Enrique.
Por ello, desde MBP School of Coaches vamos a explicar qué tres aspectos han variado más en la selección nacional con respecto el periodo anterior.
Análisis táctico de la Selección Española
Variabilidad estructural
Una de las principales novedades de la nueva “roja” es la adaptabilidad estructural. A diferencia de la anterior etapa donde se mantenía una misma estructura, indistintamente de la fase y momento del juego. Esta nueva selección ha mostrado ser más dinámica.
Tanto en el primer encuentro frente a Noruega, como en el segundo contra Escocia, Luis de la Fuente ha optado por utilizar una estructura base P-4-3-3 como punto de partida.
Esta se mantenía en los momentos de inicio de juego con el objetivo de fijar a los rivales en amplitud y profundidad, consiguiendo así producir espacios interiores que permitieran generar líneas de pase en los “cuadrados”.
En cambio, esta variaba en diferentes organizaciones dinámicas una vez el balón se adentraba en campo rival.
Por ejemplo, cuando el esférico estaba ubicado en el momento de 3/4 o finalización, la roja se posicionaba en P-2-1-4-3 / P-2-3-2-3 buscando acumular un gran número de jugadores dentro de la zona de finalización.
Por el contrario, la estructura se modificaba a un P-4-4-2 o P-4-2-3-1 durante la fase defensiva. A través de ella, el técnico buscaba disminuir así la distancia intralineal en caso de realizar un bloque bajo.
Estilo de juego
Otra de las innovaciones introducidas por Luis de la Fuente, es la variación del estilo de juego de la selección española. A pesar de que “La Roja” ya tiene una forma de jugar estable desde hace años. El seleccionador nacional ha querido introducir una serie de “recursos” adaptados al nuevo paradigma del fútbol actual, y también incentivado por el perfil de jugadores disponibles.
La primera novedad a destacar, en el aumento de centros laterales en los momentos de finalización. El número de pases aéreos al interior del área se ha incrementado de forma significativa con respecto a la anterior etapa.
Este factor viene estrechamente relacionado por la elección de los perfiles de futbolistas escogidos en las demarcaciones de extremo y delantero.
El combinado nacional ha jugado en ambos partidos con extremos a pierna natural, y con un perfil de delantero rematador como; Morata, Joselu o Borja Iglesias. Además, el prototipo de futbolistas que actuaban de centrocampistas era box to box, es decir, con una tendencia elevada a llegar al interior del área en situaciones de remate.
Todos estos factores han conllevado que la selección optase por atacar a través de la acción técnica del centro, y que, a su vez, ocupase la zona de finalización con un gran volumen de jugadores.
Otra de las variantes comportamentales introducidas hace referencia al “cómo” defender. En la etapa anterior con Luis Enrique, la selección buscaba en la mayoría de las ocasiones realizar una presión alta con la intención táctica de recuperar el balón lo antes posible.
En este nuevo ciclo hemos podido observar cómo la forma defender varía en función de la situación del partido y rival contra el que se está jugando.
En estos dos primeros encuentros hemos podido ver como “La Roja” ha utilizado la presión alta, igualando los jugadores en zona de intervención del rival, y también la defensa a través un bloque bajo, buscando así minimizar el espacio entre líneas.
No obstante, debemos remarcar que, la nueva variabilidad en relación al cómo jugar, ha afectado respecto al cómo controlar las distancias de relación dentro del bloque. El hecho de jugar de forma más vertical, y no tener aún definido un estilo defensivo claro, ha provocado que la selección fuese un equipo muy largo en muchos tramos de partido. Por ello, hemos podido observar como el combinado nacional ha tenido problemas durante la fase de transición ataque-defensa, ya que dejaba espacios transitables para rival.
Perfil de jugadores
La última gran diferencia con respecto la anterior etapa, es la elección de jugadores escogida por Luis de la Fuente.
El seleccionador ha elegido un perfil de futbolistas más adaptativos a diferentes contextos de partidos, y no tan anclados a una idea de juego.
Asimismo, el rol de jugadores más habituales también parece haber variado. Por ejemplo, extremos como Nico William, Yeremi Pino, o Gavi ya no juegan a pierna cambiada, sino en un perfil natural para así potenciar la idea de juego que quiere implantar el seleccionar.
Rodri ha vuelto a su posición base del centro del campo, dejando así la demarcación de central que ocupó durante el mundial a futbolistas más habituados. Y por último, los laterales son laterales, y no jugadores con la capacidad de actuar en una doble posición como recurso para determinados contextos.
Conclusión
Luis De la Fuente ha optado por comenzar un camino distinto al del anterior seleccionador, manteniendo la idea base, pero añadiendo más recursos y alternativas a la lista. La primera impresión no ha sido la mejor posible. No obstante, todo nuevo proyecto requiere de un tiempo necesario para arrancar.
