“En medio de las dificultades, residen las oportunidades”, comentó alguna vez Albert Einstein. La frase célebre del físico alemán parece ser lo mismo que pensó Xavi Hernández. El que fuera el máximo exponencial del juego de posición en el FC Barcelona durante la última década, se acaba de convertir en el nuevo entrenador del conjunto catalán, en un momento complicado para el Club, tras la marcha de Ronald Koeman.

El ex-centrocampista blaugrana, vuelve a toma las riendas del equipo de su vida, pero esta vez desde el rol de primer entrenador. El de Terrassa tendrá el objetivo cambiar la dinámica negativa del equipo culé, tanto en Liga como en Champions. Además, también tendrá la difícil misión de volver a ilusionar al público de “Can Barça” a través de un juego vistoso, y que recuerde al de antaño.

Por ello, desde MBP School of Coaches vamos a analizar los principios y sub-principios del Modelo de Juego de su ya ex-equipo Al-Saad, para intentar predecir qué comportamientos podremos ver en el FC Barcelona de Xavi Hernández.

Análisis táctico

Antes de adentrarnos en el análisis táctico del ex-conjunto de Xavi Hernández, debemos de contextualizar que la liga de Qatar y el perfil de los jugadores que configuraban la plantilla del nuevo entrenador blaugrana, serán totalmente distintos al de su nueva situación actual. No obstante, sí que podremos identificar ciertos comportamientos organizacionales y actitudinales, que quizá se vuelvan a reproducir en el equipo culé.

Ataque organizado

El conjunto qatarí era un equipo que focalizaba su fase ofensiva a través del balón. Ya fuese en los momentos de inicio del juego, como en el de construcción o finalización, el Al-Saad buscaba generar desequilibrios en los equipos rivales a través de la movilización del balón.

En los momentos de inicio, y a través de una organización estructural de P-3+2, el ex-equipo de Xavi buscaba generar una primera superioridad posicional y numérica. A través de movilizar el balón, le permitía encontrar al hombre libre para superar las líneas de presión rivales y ubicarse en campo rival. Además, también era frecuente ver cómo los jugadores ubicados en líneas posteriores bajaban a recibir el balón con el objetivo de atraer a los rivales y generar espacios a su espalda, para que fuese el delantero el que los aprovechase atacando los intervalos interlineales.

Una vez que el Al-Saad se adentraba en los momentos de construcción, el objetivo era buscar situaciones de ventaja espacial, ya fuese en carril central, o carriles laterales. Para ello, el conjunto qatarí buscaba, a través de uno de los tres defensores, progresar con el balón por carril central buscando generar una superioridad numérica atrayendo rivales hacia zona activa de balón. Una vez se conseguía, mediante la aplicación de conceptos como jugar con el “3r hombre”, el Al-Saad conseguía entrar en el momento de finalización.

Si por contra, el rival priorizaba la defensa de carril central con muchos jugadores, los de Xavi buscaban movilizar el balón de una forma rápida y eficiente hasta encontrar situaciones de ventaja posicional con uno de sus dos extremos, los cuales siempre estaban garantizando la amplitud ofensiva del equipo. A partir de ellos, el equipo buscaba adentrarse en el momento de finalización para cargar el área a través de centros acumulando muchos jugadores dentro del área, o mediante pases en profundidad, aprovechando los desequilibrios generados en la estructura de la línea defensiva del equipo rival.

Transición defensiva

En los momentos de transición ataque-defensa, el comportamiento más habitual del conjunto qatarí era el de ejecutar una presión tras pérdida en zona activa de balón. El hecho de viajar juntos cuando se encontraban en disposición de balón le permitía poder efectuar este concepto defensivo con mayor éxito.

Además, mientras que los jugadores ubicados en zona de intervención realizaban la presión mencionada, los jugadores ubicados en zonas más lejanas buscaban la reorganización defensiva a través de recorridos en diagonal hacia carril central.

Defensa organizada

En los momentos de fase defensiva, el Al-Saad buscaba recuperar el balón lo más cerca posible de la portería rival. Para ello, el conjunto qatarí realizaba en muchas ocasiones una defensa hombre a hombre, buscando reducir el espacio/tiempo de actuación de los equipos rivales en su salida de balón.

No obstante, si por contra el rival conseguía superar esa primera presión, el Al-Saad se organizaba mediante una estructura defensiva de P-3-4-3, realizando una defensa más zonal orientando a los equipos rivales hacia zonas de presión para intentar recuperar el balón.

Transición ofensiva

Una vez que el Al-Saad conseguía recuperar el balón, los comportamientos mostrados eran diferentes en función de la disposición defensiva del equipo rival. Sin embargo, el objetivo principal del ex-equipo de Xavi era el de guardar la posesión del balón, ya que, en caso de no poder aprovechar posibles desequilibrios defensivos rivales, buscaban que el balón estuviese en disposición del Al-Saad para volver a la fase de ataque organizado.

Conclusión

Aunque el contexto de ambos equipos vaya a ser totalmente distinto, durante el análisis hemos podido observar cómo la idea de juego del nuevo entrenador del FC Barcelona puede encajar con las exigencias del conjunto blaugrana.

Para ello, Xavi deberá de adaptar ciertos comportamientos organizacionales y actitudinales de la idea de juego que aplicó en el Al-Saad, al perfil de jugadores que configuran al conjunto catalán, y las características y exigencias tanto de la Liga Santander como de la Champions League.

Por lo tanto, ahora solo queda por ver si el de Terrassa consigue tener los mismos éxitos en el conjunto culé, tal y como lo hicieron sus maestros Johan Cruyff y Pep Guardiola.