En el artículo de la semana pasada nos adentramos en el Método MBP, que resaltaba la importancia en hacer entender al entrenador el fútbol como un fenómeno complejo. Por ello, a través de la metodología MBP, el entrenador sería capaz de responder a las siguientes preguntas: ¿qué entrenar?, ¿cómo?, ¿cuándo? y ¿por qué?

Durante el presente análisis, nos focalizamos en el “por qué” entendemos el fútbol desde esta complejidad, y cómo la ciencia puede ayudar al entrenador a saber cuáles son los conceptos a entrenar en cada momento.

Desde MBP (2019) definimos el fútbol como un fenómeno, esto es debido a las interacciones simultáneas de los elementos (entrenadores, jugadores, prensa,…) que lo forman, pudiendo entender cada uno de ellas de forma separada, pero a su vez, conectadas entre ellas forman el fútbol.

Por ello, desde MBP hacemos uso de la epistemología como herramienta para analizar los elementos mencionados en el apartado, es decir, aquellos que forman el fútbol y nos permiten entender sus operaciones.

Además, cabe destacar que el fútbol es un deporte donde nunca se repite la misma acción exactamente igual. Puede haber unos patrones parecidos, pero será difícil encontrar situaciones idénticas (por eso no existen respuestas universales). 

Así pues, para poder entender el fútbol, debemos utilizar la ciencia y el uso del conocimiento complejo, que será vital para entender su globalidad. 

Con el objetivo de entenderla mejor, Balagué i Torrents (2015) define la complejidad a través unos principios esenciales que se pueden interpretar dentro de cada sistema complejo: 

1- Incertidumbre
2- Globalidad
3- No linealidad
4- Interdependencia
5- Emergencia espontánea 

Por lo tanto, una vez entendida la complejidad y la relación del fútbol con ella a través de la epistemología, el entrenador deberá ser consciente de los diferentes elementos que conforman el fútbol, y a su vez, ser consciente de los principios esenciales de la complejidad en la elección de los conceptos a entrenar.

En conclusión, el método MBP quiere ayudar al entrenador a entender la complejidad del juego, haciendo consciente al individuo de la incertidumbre que conforma el “juego”. Por ello, es vital el entendimiento de este deporte desde una base científica.