Es importante que, para preparar cualquier partido, el entrenador formativo realice una serie de pasos que le permitirán gestionar mejor el antes, durante y después de la competición.
Para ello, deberá seguir tres pasos en orden cronológico para que la organización del día de competición sea lo más eficiente posible. Esos pasos están relacionados con la logística previa al partido, la gestión del equipo para el encuentro y la concreción de objetivos de entrenamiento.
1. La logística previa al partido
Hay una serie de elementos sobre los cuales el entrenador debe informar debidamente a las familias de los jugadores: lugar del partido, fecha y horario, lugar de la convocatoria, horario de convocatoria, equipación y otras necesidades (alimentación, hidratación, climatología, etc.).
Elementos que el entrenador de fútbol formativo deberá tener en cuenta para informar a las familias. Fuente: MBP Coaches’ School
Para ello, es importante fomentar la comunicación con los familiares de los jugadores ¿Cómo podemos hacerlo? Por ejemplo, designar una persona responsable de las familias que se encargue de trasladar toda la información al resto de familiares; crear un documento de logística semanal para facilitar la organización familiar; utilizar aplicaciones de comunicación y organización de grupos para transmitir toda la información; crear un tablón informativo en las instalaciones del club/academia con la información de los partidos semanales.
2. La gestión del equipo para el partido
El segundo aspecto que deberá considerar el entrenador será gestionar los jugadores del equipo de cara al partido. Para ello, hacemos referencia a los que inician de titulares y los que van a empezar de suplentes. También deberá establecer la estructura base o sistema de juego del equipo de acuerdo con esos jugadores. Por último, deberá llevar un control de los minutos de juego de cada uno.
De entrada, el sistema o estructura base que se utilice deberá fomentar la participación de todos los jugadores durante el partido. Eso les permitirá ubicarse mejor en el espacio en función de la relación con sus compañeros.
Dentro de este apartado encontramos la elección del equipo titular y los suplentes. Es importante que todos los jugadores puedan iniciar el partido varias veces durante la temporada, así como esperar su turno en el banco en otras ocasiones, independientemente del nivel de los jugadores, ya que las decisiones deben tomarse en favor de su formación integral en lugar de buscar resultados. Por ello, es necesario que el entrenador lleve un control de las alineaciones durante la temporada para establecer un equilibrio entre sus jugadores.
Por último, encontramos la gestión de las sustituciones. Recomendamos llevarlas preparadas de antemano para, no solo gestionar mejor los minutos de los jugadores, sino también para que cada jugador pueda participar en, al menos, dos posiciones durante la temporada.
Ejemplo de una tabla y gráfico de control de minutos de los jugadores del equipo. Fuente: MBP Coaches’ School
3. Concretar los objetivos de entrenamiento
En este período, los partidos forman parte del entrenamiento de los jugadores y de su proceso formativo. Por lo tanto, deberían utilizarse para evaluar su nivel y su evolución durante la temporada. Para ello, será clave que el entrenador controle algunas herramientas, como la charla prepartido, sus indicaciones durante el juego o la evaluación de los contenidos entrenados.
Para lograr conectar los objetivos de entrenamiento con el partido, debemos direccionar nuestra comunicación sobre los contenidos y consignas que han sido entrenados durante la semana y meses anteriores, alejando el punto de mira de lo que puede hacer el rival o del marcador.
Con todo ello, podemos afirmar que en el período de formación, la competición debe formar parte del proceso de aprendizaje de los jugadores, por lo que debemos llevar un seguimiento constante y tener preparados, de antemano, los diferentes elementos descritos anteriormente.