El perfil de un entrenador en el período de iniciación es fundamental para el desarrollo y formación de los jóvenes jugadores. A diferencia de los adultos, los niños en esta etapa tienen necesidades y características específicas que deben ser atendidas de manera adecuada. El entrenador de iniciación debe ser consciente de estas diferencias y adaptarse a ellas para brindar una formación efectiva.

Según diversos expertos, un entrenador de iniciación debe poseer tres atributos esenciales: conocimiento del deporte, motivación y empatía.

Estos aspectos son fundamentales para guiar a los jóvenes en su proceso de aprendizaje y formación deportiva. Es importante que el entrenador tenga una formación adecuada, no solo en la técnica deportiva, sino también en habilidades interpersonales y sociales, ya que los jóvenes necesitan aprender mucho más que solo las habilidades técnicas.

La formación del entrenador es un factor clave para garantizar un comportamiento adecuado hacia sus deportistas. La comunicación educativa y la utilización de un modelo de enseñanza son esenciales para educar a los jóvenes en el deporte. La formación académica del entrenador no solo debe centrarse en los aspectos técnicos del deporte, sino también en aspectos educativos.

El perfil del entrenador de iniciación debe incluir la capacidad de centrarse en el jugador y su contexto, promoviendo la participación de todos los jugadores, aprovechando sus aprendizajes previos y diseñando tareas que fomenten la motivación, el aprendizaje y los valores educativos. El formador también debe entender que la competición es un medio y no el fin del proceso formativo y debe estar comprometido con su propia formación continua.

En cuanto a las características actitudinales del técnico, es esencial que este sea un modelo positivo para los jóvenes. Debe centrarse en la enseñanza de las destrezas deportivas, establecer expectativas realistas, recompensar los logros, mantener una actitud positiva hacia el esfuerzo y corregir los errores de manera constructiva. También debe fomentar la participación activa de los jugadores en las actividades y tomar en cuenta sus opiniones.

En cuanto a las características aptitudinales, el entrenador debe cuidar su imagen, ser un buen director de grupos, líder, comunicador efectivo y estar comprometido con su formación continua. También debe ser capaz de relacionarse con los jugadores y generar un ambiente de confianza en el equipo.

La relación entre el entrenador y los jugadores, así como con el equipo en su conjunto, es esencial para el éxito en el período de iniciación. El entrenador debe transmitir seguridad a través de sus gestos y voz, comunicarse de manera clara y directa, y ser coherente entre sus palabras y acciones. También debe ser capaz de escuchar activamente a los jugadores y fomentar su participación en el proceso de aprendizaje.

Además, las relaciones con las familias de los jóvenes jugadores son importantes. El entrenador debe involucrar a las familias en el proceso formativo y mantener una comunicación efectiva con ellos. La creación de una comunidad de aprendizaje entre el club y las familias puede ser beneficiosa para el desarrollo de los niños y niñas en el deporte.

En resumen, el perfil del entrenador de iniciación debe combinar conocimiento técnico, habilidades pedagógicas, actitud positiva y capacidad de relacionarse tanto con los jugadores como con sus familias. La formación continua y el compromiso con el desarrollo de los jóvenes son aspectos clave en esta etapa formativa del deporte.