El proceso de enseñanza en el fútbol va más allá de impartir conocimientos; implica comprender las fases sensibles de los jugadores y aprovechar las zonas de desarrollo para maximizar su potencial.

En esta travesía, nos sumergimos en las ideas de destacados autores, como Weineck y Vygotsky, para iluminar el camino hacia una formación integral.

Weineck (1988) nos recuerda la importancia de respetar las fases sensibles de los jugadores, periodos propicios para aprendizajes significativos. Conectar con estos momentos cruciales es esencial para alcanzar niveles óptimos de desarrollo cognitivo y motor.

Considerar los estadios ludológicos, que reflejan el nivel de comprensión del juego, nos guía en la selección de habilidades a desarrollar en cada etapa.

Siguiendo esta línea, Vygotsky (1979) introduce la Teoría de las Zonas de Desarrollo, desglosándola en Zona de Desarrollo Real (ZDR), Zona de Desarrollo Próximo (ZDPx) y Zona de Desarrollo Potencial (ZDPt).

Estas zonas se convierten en herramientas esenciales para la planificación y adaptación del proceso de enseñanza.

Zona de Desarrollo Real (ZDR):

Esta zona representa la capacidad de un jugador para resolver problemas de forma independiente. Por ejemplo, un jugador puede controlar el balón eficientemente, indicando que esta habilidad se encuentra en la ZDR. La elección de contenido y consignas de entrenamiento debe partir de esta zona, consolidando habilidades ya dominadas y construyendo conocimiento.

Zona de Desarrollo Próximo (ZDPx):

La ZDPx abarca los aprendizajes que un jugador puede realizar con la ayuda de compañeros y entrenadores, superando lo que podría lograr de manera independiente. Aquí, la intervención externa se convierte en el catalizador del desarrollo, permitiendo la construcción y modificación de esquemas de conocimiento. La interacción dinámica en esta zona es fundamental para el progreso.

Zona de Desarrollo Potencial (ZDPt):

La ZDPt refleja la distancia entre lo que un jugador puede resolver individualmente y lo que puede alcanzar con la ayuda de otros, especialmente después de trabajar en la ZDPx. Las habilidades que inicialmente están en la ZDPt se trasladan a la ZDPx una vez consolidadas y optimizadas. Aquí, el entrenador desempeña un papel crucial al crear situaciones que exigen esfuerzo y comprensión, llevando a los jugadores hacia su potencial máximo.

En resumen, la metodología de enseñanza en el fútbol, según Chaves (2001), debe enfocarse en lo que el jugador ya posee o realiza, así como en los comportamientos que aún no domina, propiciando la emergencia de nuevas habilidades en la ZDPt. El entrenador, al desempeñar roles de observador, mediador y creativo, se convierte en la figura clave para orientar a los jugadores hacia su zona de desarrollo potencial.

Esta instrucción requiere una comprensión profunda de las zonas de desarrollo, destacando la importancia de respetar las fases sensibles, seleccionar habilidades basándose en la ZDR y utilizar la ZDPx como un espacio dinámico de interacción. El papel activo del entrenador, al ser consciente y exigente, guía a los jugadores a explorar su ZDPt y construir un conocimiento futbolístico sólido y perdurable, trascendiendo así el campo de juego y convirtiéndose en un viaje de descubrimiento y crecimiento individual para cada jugador.