Verónica Marín es ecuatoriana, estudió el Master en Fútbol de Alto Rendimiento de MBP School of Coaches, graduándose en 2019. Sólo unos meses más tarde ya formaba parte del staff técnico de un club profesional, el Club Independiente Del Valle (Dragonas), donde fue Auxiliar Técnico del equipo femenino de primera división. A lo largo de su trayectoria, ha pasado por Liga Deportiva Universitaria, Selección femenina Sub 20 y de Universidad Católica femenino, como Directora Técnica. Actualmente es jefe de metodología del fútbol base femenino en Independiente del Valle. Verónica compone el equipo de Embajadores MBP y en esta entrevista analiza los retos del fútbol femenino y como MBP la ha ayudado en este camino. “Me hizo amar mucho más al fútbol”.
¿Cómo el máster MBP te ha ayudado a ser la entrenadora que eres hoy?
MBP, más que ayudarme en la parte futbolística, me ayudó mucho en la vida. Fue la primera vez que yo salía de mi país a vivir algunos meses fuera y lejos de mi familia, fuera incluso del continente en donde estoy ahora. Era un reto personal que me lo puse. Y luego durante ese camino, me ayudaron mucho las personas que estuvieron ahí, mi tutor, todas las personas desde la parte administrativa, la parte deportiva, incluso mis compañeros en esos momentos, a entender no solo que el fútbol es algo tan genérico que lo vivimos día a día, sino que puede ser mucho más desmenuzado. Y yo jamás lo había visto de esa manera. Tenía mis bases en el fútbol, si bien es cierto, pero no las había visto de una manera tan desmenuzada, tan simplificada de menos a más incluso y de lo general a lo específico.
Me hizo amar mucho más al fútbol y ser más apasionada en los detalles, mucho más de lo que ya lo era.
Me hizo entender que incluso un modelo de juego puede ser o llegar a ser flexible y que eso a veces, quizá es lo más difícil que un entrenador pueda proponerse o tener como reto. Y luego también el saber que no hay una verdad absoluta, que todos podemos implementar, quizá diferentes metodologías, pero que la metodología que usamos con MBP me ayudó ahora acá en el Ecuador a implementar nuevos caminos y nuevas maneras de descubrir cómo una jugadora, en este caso, puede llegar a potencializar ese mucho más dentro y fuera del campo de juego.
¿Cómo piensas que escuelas como MBP pueden ayudar a elevar el nível profesional del fútbol?
Yo siento que MBP puede ayudarnos no solo con el conocimiento en sí, sino con la manera en cómo usa el conocimiento dentro del campo y fuera del campo de juego, es decir, desde el aspecto humano y luego sí desde el aspecto deportivo. Como lo dije incluso antes, el fútbol es una herramienta de cambio para la sociedad. Si MBP cambió las vidas de muchos de nosotros cuando fuimos y nos aventuramos a cruzar el río, a cruzar un océano para poder probar algo nuevo, conocer algo nuevo, algo que nos apasiona, que es el fútbol, ampliar nuestros conocimientos, cambiar muchos paradigmas y reaprender por qué no hacerlo con una sociedad? ¿Por qué no hacerlo por medio de una herramienta como lo que tanto amamos que es el fútbol? ¿Y por qué no hacerlo con jóvenes que hoy necesitan mucho más de nosotros para cambiar y mejorar una sociedad? Entonces considero que MBP puede ayudar por medio no solo del conocimiento, sino como he dicho, usando ese camino, usando esas herramientas que usó con nosotros en varios clubes, por ejemplo, que sé que lo hace y que mejor sería que lo pueda hacer mucho más acá en Latinoamérica, porque necesitamos cambiar mucho también muchos paradigmas. Crecer, crecer todos. Y a veces la manera de crecer es reaprender, reaprender sin duda alguna. Así es que considero que puede ayudar mucho de esa manera.
¿Qué oportunidades ves en el fútbol femenino?
Las oportunidades en el fútbol femenino a nivel mundial ahora son visibles, unos años atrás no no lo eran. Por ejemplo ahora tenemos fútbol formativo y futbol profesional femenino, cosa impensable hace un tiempo. En mi país, en Ecuador es un fútbol semiprofesional que está creciendo, al igual que en otros países del mundo. Otro ejemplo es que existen mundiales más estructurados, más competitivos, los grandes clubes también están invirtiendo y apostando más por el futbol femenino. En Ecuador y más concretamente en Independiente del Valle, lo estamos haciendo también con el fútbol formativo femenino, teniendo una propia residencia, por ejemplo, para las chicas sub-16 y sub-14, entonces las oportunidades han crecido.
Si bien es cierto, no en todos los países, no en todos los continentes, no a nivel mundial aún como lo es con el fútbol masculino, pero en comparación a otros años o a décadas atrás, sí hemos crecido. Y también existen ya oportunidades para las entrenadoras, para nosotras poder incluso ya dirigir y por qué no, equipos masculinos, selecciones masculinas formativas también de niños, ser directivas, encargarnos ahora de la parte administrativa, como ahora es mi caso. No hablo solo de la parte deportivo, sino también en otras áreas como el arbitraje, en la parte médica, el periodismo deportivo por ejemplo en el que mujeres que no solo comentan o relatan partidos de fútbol femenino, sino que también lo hacen en masculino. Es por esto que siento que las oportunidades del fútbol femenino van aumentando. Y eso es algo muy, muy bonito, ver como va creciendo. Como he dicho, nos falta mucho por hacer, pero creo que hemos logrado a nivel mundial algo importante. La FIFA como tal también. El darle la importancia al fútbol femenino y ojalá también le demos mucha más importancia al fútbol formativo femenino, porque considero que desde ahí se pueden cambiar muchos más puntos importantes a futuro y así hablaríamos de más oportunidades a futuro.
¿Cuál es el principal reto como entrenadora en Ecuador?
Hay algunos retos que considero que como entrenadora en Ecuador se los vive diariamente. Por ejemplo, una de esas es lo que hablábamos, antes de crear oportunidades. Las oportunidades que nosotros no tuvimos como entrenadoras, como jugadoras, como árbitros, como directivas, como periodistas, pero ahora hablando, ahora desde el área de entrenadora, que es oportuno que ahora que nosotros tenemos el camino que nosotros labramos, es dar esas oportunidades que no tuvimos nosotras a quienes vienen detrás nuestro. Eso es un gran reto. El segundo gran reto acá en Ecuador es el fútbol formativo, sin duda. Y a esto no solo me refiero al femenino, sino también al masculino. Y cuando hablamos de femenino y masculino es solamente para diferenciar, porque a la final el fútbol es fútbol, pero es simplemente para poder entender un poco a lo que se ve, a lo que se quiere llegar.
Entendemos que el fútbol formativo masculino está, digamos, más avanzado, en cuanto a oportunidades, pero existen todavía estos paradigmas y ahí es donde está el tercer reto que va de la mano con el fútbol formativo. Es eliminar estos paradigmas, dar oportunidades. Y tener este fútbol formativo estructurado. No solo un club, por ejemplo, como lo estamos haciendo acá en Independiente del Valle, sino también en todos los clubes del país. Que no importe la región, que no importe las condiciones económicas, sino que se pueda dar esas oportunidades a esas chicas y chicos que tienen ese sueño de ser futbolistas, que tienen las condiciones de ser futbolistas pero que no tienen la oportunidad.
En mi tiempo no había manera de vivir del fútbol, y mucho menos del fútbol profesional, porque aquí en mi país, en mi continente, no existía. Como lo he dicho antes, las oportunidades ahora se han dado, existen más oportunidades lo que permite que más jóvenes puedan pueden en un futuro ya soñar con vivir del fútbol, no solo como un deporte ahora, sino como su propia profesión. Y esa palabra tiene mucho peso, mucha trascendencia. Y la idea es que el fútbol femenino trascienda. ¿Qué les diría yo a estas chicas? Es que trabajen, pero disfrutando del camino. Porque muchas de nosotras en el camino que fuimos labrando para qué para que las chicas jóvenes tengan lo que tienen ahora, nos costó un montón. Y a veces cuando te cuesta mucho te olvidas de disfrutar porque es doble trabajo.
Quizá el trabajo que la mujer tiene que hacer en el fútbol ahora es menos, antes sí era mucho más. Y quizá si a mí me dieran la oportunidad de retroceder el tiempo, lo único que cambiaría es disfrutar un poquito más del camino que yo y muchas otras fuimos labrando para que tengan lo que tienen ahora muchas de las niñas. Les diría que disfruten, que disfruten mucho de ese proceso, que disfruten de cada segundo, de todo lo que nosotros quisimos tener y no tuvimos y que ahora ellas las tienen. Que aprovechen cada oportunidad, porque la vida es una sola. No solo en el fútbol, sino en general. Hay que disfrutarla, hay que aprender muchísimo de ella. Y en el fútbol mucho más, porque te abren muchas ventanas, muchas puertas, te pueden cambiar, te pueden cambiar mucho la vida para bien. Y tú puedes ayudar a futuro a cambiar otras vidas. Y eso es lo lindo del fútbol, que es una herramienta de cambio para la sociedad. Así es que les diría que disfruten, que luego sigan soñando para cambiar la sociedad que necesita ser mejorada, que necesita encontrar otra vez esa esencia humana y que mejor si es dentro del área del fútbol.
