Cada vez más, los entrenadores de fútbol base apuestan por dedicar tiempo y esfuerzo a formarse para ser mejores profesionales. En la mayoría de casos, se enfocan no sólo en ser mejores entrenadores de base para ayudar a jugadores con potencial talento a lograr sus objetivos, sino también para prepararse para retos más ambiciosos como puede ser el de coordinar un club de fútbol a nivel deportivo. Para ello, desde MBP School creemos que su formación se debe basar en los siguientes 4 pilares:

1. El primer aspecto a tener en consideración en la coordinación de un club es la planificación y programación de contenidos de entrenamiento. Este es quizá el punto más importante de todos, ya que afectará directamente a todos los demás definiendo el qué y cuándo entrenar cada contenido de entrenamiento para potenciar al máximo el proceso formativo del jugador/a entrenando aquello que ellos necesitan para seguir progresando.

A diferencia de otras metodologías que basan la planificación de contenidos en función de la edad del jugador, en MBP School hemos comprobado que es mucho más acertado hacerlo en función de la etapa ludológica se encuentra el/la jugador/a. O sea, en función de su comprensión del juego. Una vez ya sabemos dicha etapa, el entrenador/coordinador ya podrá realizar una planificación de contenidos acorde a los jugadores de cada equipo.

2. El segundo aspecto a tener en cuenta es la metodología a utilizar a la hora de entrenar los contenidos seleccionados. Este aspecto será de gran relevancia para transformar las ideas preestablecidas, en aprendizaje para el jugador. Para ello, deberemos controlar temas como las estrategias didácticas más adecuadas para el tipo de contenido o momento de la sesión, cómo gestionar la calidad contextual de la tarea, etc.

3. El tercer punto es la preparación física. Este aspecto, al igual que los mencionados anteriormente, es de gran importancia en la etapa de formación del/a jugador/a, ya que están en un periodo donde sus capacidades condicionales van evolucionando a medida que van creciendo. Además, es de vital importancia diferenciar la preparación física en jóvenes de en adultos. Por ello, el entrenador tendrá que ser consciente sobre qué capacidades físicas o coordinativas se deberán de trabajar en cada momento.

4. El cuarto y último será el análisis del juego. Dentro de este punto, consideraremos todos los aspectos técnicos y tácticos sobre los que poner el foco de atención para analizar al jugador/a y la interpretación que hacen sobre los mismos. El fútbol de base no se puede analizar con la misma óptica que el fútbol profesional, así que será clave entender esta diferenciación y utilizar las conclusiones en nuestro beneficio para incorporar esos conceptos a un “modelo de juego” que fomente la aparición de los contenidos entrenados durante la temporada.

Por lo tanto, el entrenador/coordinador de un club creemos que debe de formarse en estas 4 grandes áreas que se han ido mencionado durante el artículo, con el objetivo de ser lo más eficaz posible en la formación de nuestros jugadores/as.