El mundo del fútbol es un escenario dinámico y desafiante donde los jugadores deben disponer de un control absoluto de sus movimientos para tener éxito. Por ello, es vital poseer un dominio sobre las habilidades coordinativas. Estas son un pilar esencial en la formación de cualquier deportista. De acuerdo con MBP (2014), el control de acciones y movimientos corporales es crucial para el éxito en el juego.
Estas habilidades, conocidas como Habilidades Motrices Básicas (HMB) y Habilidades Motrices Específicas (HME), son especialmente importantes en los primeros pasos de la práctica deportiva, durante el período de Adaptación e Iniciación. Pero, ¿cuál es su valor real? ¿Siguen siendo igual de trascendentes en etapas posteriores? ¿Mantienen la misma relevancia durante el entrenamiento?
En primer lugar, debemos destacar que las habilidades coordinativas no son una parte más del entrenamiento, sino la base que sostiene el rendimiento deportivo. Para tener éxito en el juego, es vital que los futbolistas puedan ejecutar movimientos con precisión y armonía. Esto se traduce en una mayor efectividad en cada acción que proceden en el campo.
Por ello, la importancia de las habilidades coordinativas no disminuye con el tiempo. De hecho, se mantiene como una piedra angular en el desarrollo de los deportistas a lo largo de su vida.
ETAPA DE ADAPTACIÓN E INICIACIÓN
Es en esta fase temprana cuando la coordinación se desarrolla de manera más sensible. Los jóvenes deportistas están moldeando sus habilidades coordinativas mientras se familiarizan con su cuerpo y los movimientos específicos requeridos en su deporte. Es un período crítico para establecer una base sólida.
Caro y Ferrer (2010) analizan el desarrollo de habilidades a lo largo de la vida y destacan que el período de Adaptación e Iniciación (aproximadamente de 6 a 14 años) es cuando se experimenta el crecimiento más sensible de la coordinación.
ETAPA DE TECNIFICACIÓN
A medida que los deportistas avanzan hacia la adolescencia y la transición a la etapa de Tecnificación, la importancia de la coordinación sigue siendo significativa. A pesar de que no se desarrolla con rapidez como en la fase de Adaptación e Iniciación, aún hay un crecimiento notable. En esta etapa, los deportistas continúan mejorando su coordinación, además de perfeccionar sus habilidades técnicas y tácticas.
El entrenador Brüggemann (2004), sugiere que en el inicio del período de Tecnificación (15-16 años), se debe enfocar en perfeccionar las capacidades de coordinación, junto con destrezas técnicas y tácticas.
ETAPA DE ALTO RENDIMIENTO
A medida que los deportistas llegan al período de Alto Rendimiento, su desarrollo coordinativo se estabiliza. Sin embargo, esto no significa que se deba descuidar. Esta sigue siendo un factor crítico para mantener un rendimiento óptimo y garantizar que todas las competencias adquiridas a lo largo de los años se ejecuten con precisión en el campo.
En resumen, las habilidades coordinativas desempeñan un papel fundamental en el desarrollo deportivo de los atletas. Su importancia se extiende desde los primeros pasos en el deporte hasta la transición al Alto Rendimiento. Entender y mejorar la coordinación no solo promueve el rédito óptimo, sino que también contribuye a una comprensión más profunda del juego y la toma de decisiones efectivas. Por lo tanto, el entrenamiento de estas habilidades debe ser una prioridad constante en la formación deportiva de los atletas.
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